Comunicación digital sana
- Guadalupe Rodríguez
- 5 jul 2023
- 2 Min. de lectura
Por Guadalupe Rodríguez Cobos

Un día hace no mucho tiempo, la ciudad donde vivo -por cierto la ciudad viva más antigua de América Latina- amaneció escondida en una cortina gris, al principio era novedad, después, como seguía cayendo la ceniza y pasaba el tiempo y luego los días, la vorágine de sentimientos hacían presa del miedo de la gente, ahí en ese momento… tuvimos que ser muy cuidadosos de las páginas, redes, plataformas que queríamos consultar, aprender a seleccionar la información. Se encontraba desde los “expertos” que hablaban del fin del mundo hasta otros que aseguraban ver entrar ovnis al cráter (la situación rara no eran los ovnis, sino que ni siquiera se veía el volcán por la cantidad de ceniza que emitía)
Circulaban videos, informaciones y grandes conocedores que más allá de orientar correctamente alrededor de los más de nueve millones de personas habitando cerca del volcán, generaban pánico, miedo y mucha angustia…
Me es claro que esta situación se enfrenta ante cualquier evento de la naturaleza: ciclones, huracanes, temblores, etc. También ante situaciones sociales como balaceras, asaltos, etc.
Esta desinformación o peor aún malformación de las situaciones, eventos y opiniones se ven reflejados en la vida diaria cuando los usuarios de la tecnología -más de 4 mil millones de personas en el mundo- intentan informarse correctamente.

Crear una comunicación digital sana y veraz no es tema fácil cuando estamos acostumbrados a buscar distracción y hasta distorsión de la realidad a través de los dispositivos digitales, ahí podemos aparentar lo que nos gustaría ser y en la mayoría de los casos no somos.
Les cuento esta situación porque estoy convencida en que en momentos difíciles las personas logramos asumir nuestra responsabilidad, se crearon chats exclusivos para información oficial y relevante, grupos de face que transmitían comunicados oficiales, se logró incluso una hermandad, un apoyo socioemocional y afectivo entre quienes ya habían vivido un fenómeno parecido y los que no.
La gente estaba preparada para ayudar…la reflexión que quiero compartirles es que la comunicación digital tiene muchas vertientes algunas desafortunadamente no muy positivas, pero cuando usamos las redes para informarnos de manera socioemocionalmente sana y pertinente logramos una contención socio/afectiva que a muchos les permitió sentirse acompañados, escuchados y apoyados.

El uso inteligente y sano de los medios digitales permite crear comunidad y dar tranquilidad a los participantes, por eso cuando somos parte de un grupo o chat definamos las reglas y respetémoslas, tratemos de sumar situaciones positivas y sobre todo reales, hay que verificar las fuentes… caminemos hacia convertirnos en adultos digitales empáticos y con civismo tecnológico.
La tecnología nos ha dado un acceso rápido a la información y al contacto con muchas personas, facilita la comunicación, estimula la creatividad, participación en comunidades digitales y como dijo alguien por ahí: “Hagámoslo bonito”
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